La sobrealimentación permite que partiendo de partiendo de un V8 con doble turbocompresor de 4 litros, con poco más que una reprogramación electrónica ECU y una admisión menos restrictiva, un motor como el citado es capaz de pasar desde los 510 CV que entrega de serie hasta los 659 CV, ahorrando también unos kilos adicionales en el conjunto (10 kg, para más señas) con la instalación de un escape realizado en titanio y que a su vez genera un sonido más embriagador si cabe. Pero es evidente que alguien que le añade un chute de potencia como el mencionado a su deportivo, siempre querrá acompañarlo de algo más… ¿verdad?
Por ello, RevoZsport con el AMG GT S, además de lo anteriormente mencionado, también introduce un nuevo kit de carrocería que además de hacerlo más agresivo, también mejora su aerodinámica y aumenta su downforce. Destacando además su labio delantero realizado en carbono-kevlar (siendo un material más resistente pensado para aguantar mejor los toques con los badenes o socavones del suelo), aunque las taloneras laterales o los canards situados en los laterales del paragolpes delantero también le dan un toque francamente atractivo.
Y si estamos hablando de una mejora aerodinámica, es lógico que no se han olvidado de su zaga, donde encontramos también un difusor realizado en fibra de carbono, así como un alerón trasero fijo.
Es curioso, por otra parte, ver como la mayoría de preparaciones que nos muestran desde RevoZsport tienen una característica común: el color blanco de la carrocería. Que en este caso, por cierto, podemos decir que junto con estas mejoras, le sienta como un guante.