Cuando leas el título y te eches las manos a la cabeza, quizá lo que presupongas acto seguido es que ha sido un macabro acto deliberado como los que nos acostumbraban en The Grand Tour y ahora en Top Gear. Aunque haya algo que no te acabe de encajar en tu cabeza debido a que no hablamos precisamente de un coche de 5.000 euros, sino de varios cientos de 300.000 euros en concreto.
Y haces bien en que no te acabe de cuadrar esto último, porque no ha sido un acto deliberado, sino un despiste. En un reciente episodio, Hammond tuvo ocasión de llevar dos McLaren 720S, y durante el rodaje del mismo, cuando el coche se estaba quedando sin carburante lo repostó con agua. ¿Qué pasó para que cometiera este error garrafal?
Parece ser que para no ir a una estación de servicio, se encontró con un bidón por el circuito el cual pensaba que contenía combustible, así que ni corto ni perezoso, procedió a repostar el McLaren 720S sin percatarse de que en realidad le estaba echando agua. Finalizado, reanudó la marcha y es entonces cuando se dio cuenta del error garrafal que minutos antes había cometido…
El resultado, como te puedes imaginar, es catastrófico: su motor V8 de combustión interna ha quedado totalmente inutilizable, y a buen seguro que no será nada barato de reemplazar por otro.
Recordemos que además, hace algunos meses, Hammond también tuvo un accidente con un Rimac Concept One, del que tuvo que ser trasladado a un hospital en el helicóptero y sufrió algunas heridas y una fractura en una rodilla, quedando la unidad totalmente destrozada al incendiarse y siendo además el accidente más grave que había sufrido el presentador hasta la fecha.
¿Y el agua le dió olor a gasolina?, jajaja