Rolls-Royce a través de su Departamento de Fabricación de Carrocerías en la factoría de Goodwood ha llevado a cabo el desarrollo del descapotable Rolls-Royce Boat Tail, un modelo que se posiciona como el vehículo más caro del mundo al tener un coste de 23 millones de euros.
¿Cómo justifican ese coste? una de las razones es que sólo se han fabricado tres unidades -y no se fabricaran más-. Además, esas tres son únicas, en las que los propietarios de las mismas han participado de manera activa en el proceso de desarrollo. Un proceso, que por cierto, ha llevado años.
Cuenta con 5,8 metros de longitud y cuenta con una carrocería de dos puertas y cuatro plazas en disposición 2+2 en su habitáculo. El encargado de mover el conjunto es un V12 biturbo de 6,75 litros con 563 CV como el empleado en el Phantom, con un par máximo de 900 Nm desde sólo 1.700 rpm y que está asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades desarrollada por ZF. Y respecto a este último, cuenta con 1813 piezas de nueva referencia, llegando incluso a rediseñarse algunos de los elementos que comparte con éste para lograr establecer una mayor diferenciación y unicidad.
Lo más llamativo sin duda es su trasera (de madera) que evoca la popa de un yate y una vez la abrimos (con una apertura de tipo alas de mariposa), encontramos dentro dos neveras así como un juego de cubertería y vajilla de Christofle. También hay espacio para una sombrilla, a fin de evitar que se puedan recalentar los dos alojamientos, si bien ambos incorporan ventiladores para mantener el interior de dichos compartimentos a una temperatura adecuada. A esto le acompañan una pareja de taburetes en fibra de carbono y una sombrilla.