¿Conocéis RUF? Seguro que sí. Por muchos es considerado como un preparador de Porsche, pero va mucho más allá. Existe desde hace casi 70 años y creó su primer Porsche a finales de los 70′. RUF, a diferencia del resto, no prepara, sino que diseña y crea los modelos partiendo del chasis original de los modelos alemanes. Tal es su integración en el coche resultante, que por el gobierno alemán es considerado como una firma de vehículos como otra cualquiera.
Desde entonces se ha ido expandiendo y creando auténticas joyas, como fue (y es) el famosísimo CTR, o Yellow Bird, para los amigos. ¿Qué lo hacía tan especial? Nada más y nada menos que 470 caballos en el 6 cilindros bóxer convertido a doble turbo. Con esto, hacía que un coche de la década de los 80′ acelerase de 0 a 100km/h en 4 segundos, más impresionante si mencionamos su peso, de 1170kg.
Tras el RUF CTR la firma ganó mucha buena fama (¡Y con razón!), con la consiguiente salidas de modelos como el BTR. Pero no llegó la auténtica bomba hasta 10 años después, con el renacimiento de la auténtica leyenda, que pasó a llamarse CTR2. Esta vez, contaba con el mismo sistema de motor, la misma arquitectura, pero con 520 caballos, los cuales mejoraban aún más las prestaciones de su antecesor. Un 0-100 en 3.6 segundos hacían de este artefacto alemán una auténtica bomba capaz de competir con los mejores superdeportivos de la época, como el Ferrari F50 o el Mclaren F1.
Estos motores Twin-Turbo, aún siendo de este sistema, se estiraban casi hasta las 7000rpm, y siendo tracción trasera marcaron un antes y un después en la guerra por ser el deportivo más rápido. El CTR barrió en su día al Ferrari F40, al Lamborghini Countach e ¡Incluso! al propio Porsche 959. 10 años más tarde, su sucesor volvía a hacerlo, no tan brutalmente, pero sí que dejo abatido a más de uno. Para RUF era todo un logro, no tenía historia, no tenía caché de competición, pero tenían el valor, las agallas y el poder necesario para hacer cosas increíbles, sueños hechos realidad.
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Hoy, justo 20 años después de hacer realidad dos sueños a priori imposibles, RUF vuelve a anunciar lo que en su día nos dejó perplejos a todos: Vuelve el CTR, y esta vez, más fuerte que nunca. La tercera generación llevará la insignia CTR3, y este estará basado en el Porsche Cayman. el alemán de motor central.
Después de verlo todo… ¿Que más nos puede quedar por ver? ¿Aún más? Se habla sobre una misma arquitectura, un bóxer 6 cilindros twin turbo de nada más y nada menos que 700 caballos, subiendo aún más la marca de la línea roja del CTR, hasta las 7000rpm; y todo esto con 890nm de par a las -suponemos- ruedas traseras.
En este nuevo CTR se especula con un cambio secuencial de 7 velocidades automática que le permitiría alcanzar los -ojo- ¡360km/h! 11 más que su antecesor, que también es algo que incluso hoy día es difícil de batir por muchos. Para bajar el peso lo máximo posible, se utilizará -cómo- la fibra de carbono, el aluminio, y la última tecnología de competición para rebajar al máximo el peso del bólido.
Con este nuevo CTR3, todas las cartas parecen indicar que los superdeportivos que ahora luchan por estar en la cima lo pasarán mal, muy mal. Esta vez el alemán tendrá que pelear con el Koenigsegg CCX, el Porsche Carrera GT, el Mercedes SLR y próximamente, el nuevo Ferrari F60. Fácil no lo tendrá, pero si sigue la estela de sus antepasados, puede hacer mucho, muchísimo daño.
Vía: MotorAuthority