Para la gran mayoría, un gran desconocido, pero sin embargo, marcó un antes y un después en su época. Una berlina de altas prestaciones con una puesta a punto que creó un referente, pero además, con el añadido de su exclusividad debido a su limitada tirada de tan sólo 950 unidades comercializadas entre 1990 y 1992, que era el resultado de sumar los Vauxhall Carlton (Reino Unido) o Opel Omega.
El Lotus Omega nacía fruto de la colaboración entre Opel y Lotus para sacar un rival capaz de batir a las berlinas de altos vuelos alemanas de la época, capitaneada por el BMW M5 E34 con un motor de 3.6 litros y 315 CV. Pero entonces llegaron Opel y Lotus, y sobre la base del motor de 3.0 litros, aumentaron la cilindrada hasta los 3.6 litros, le instalaron un sistema de doble turboalimentación Garret, además de forjar el motor…
… con un espectacular resultado de 382 CV a 5.200 rpm con 567 Nm de par, comandado por una caja de cambios manual Tremec T-56 heredada directamente del CHevrolet Corvette ZR-1. Además, su parte ciclo sufrió modificaciones para ser capaz de digerir la potencia, como un kit d efrenos AP Racing y suspensión trasera autonivelante del Opel Senator. ¿Resultado? 0-100 km/h en 4,9 segundos y una velocidad máxima de 283 km/h, en 1990, época en las que esas cifras infundían mucho respeto.
Además, contaba también con un kit de carrocería específico, con pasos de rueda ensanchados, llantas de aleación de 17 pulgadas, alerón trasero específico, y otros tantos detalles que ya nos dejaban patente que no se trataba de un simple Opel Omega.
Ahora, una de esas unidades correspondientes al Lotus Omega ha salido a la venta, y a tenor de las fotos y la descripción, podemos afirmar que está en un estado cuanto menos impecable. Tan sólo 89.000 kilómetros en su odómetro y lo más importante, se mantiene fidedigno a cómo salió de fábrica, al no recibir modificaciones de ningún tipo.
Por esta unidad se piden 22.000 euros, y está ubicada en Moscú, Rusia.