Tan sólo se fabricaron 453 unidades y 20 de ellos se transformaron luego en unidades de competición. Estamos hablando del BMW M1, uno de los modelos de la firma bávara que más cotizados están a día de hoy y que forman parte del palmarés deportivo de la marca. Dotado de un motor de 6 cilindros en línea de 3.4 litros atmosférico con 280 CV, la transmisión encargada de orquestar el conjunto contaba con cinco velocidades y accionamiento manual.
Hacerse con una unidad con independencia de sus condiciones es algo realmente caro, pero si encima nos vamos a una unidad como la que hoy protagoniza esta historia, que cuenta con menos de 15.000 kilómetros reales en su odómetro… pueden pedir por ella literalmente lo que quieran.
Esta unidad del BMW M1 cuenta con una carrocería de color blanco Alpine White y está de estricta serie incluyendo la radio de serie… a excepción de las llantas, que en su lugar cuenta con unas BBS, si bien el vendedor se ofrece a ayudar al comprador a encontrar las llantas originales. Su cuadro de relojes marca 12.186 kilómetros y todos los sistemas eléctricos funcionan a la perfección.
Inicialmente, esta unidad fue adquirida en México y posteriormente fue importada a California y desde entonces, durante 30 años, ha pertenecido al mismo propietario para finalmente acabar en Florida para su venta en el mercado. Cabe destacar además que en sus 37 años de vida, esta unidad jamás ha sido sometida a una restauración.
Su precio es de nada menos que 875.000 dólares (unos 740.000 euros con el cambio de divisa actual), siendo por tanto uno de los BMW M1 de calle más caros anunciados hasta la fecha. Un precio a todas luces burbujeado en esta unidad y que coincide además coincide precisamente con el 40 aniversario del modelo que se celebra este año.
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