Después de la odisea que se ha vivido en Lotus tras el paso de Dany Bahar y sus intenciones de convertir a la compañía inglesa en un rival de altura para Ferrari o Lamborghini, algo que acabó con el despido del ceño Bahar así como con una Lotus prácticamente al borde de la quiebra. Tal es el caso que incluso la administración pertinente estuvo a punto de liquidar el Grupo Lotus al completo para así poder hacer frente a las enormes deudas que tenía la compañía con proveedores, trabajadores y administración.
Queda atrás una época marcada por intenciones diáfanas que quizá se hayan marchado cual humo espeso, une época que nos ha dejado prototipos muy exóticos que quizá nunca vean la luz de un nuevo día. Aun así, hay que reconocer que los amantes de deportivos ligeros de altas prestaciones siguen confiando en una Lotus maltrecha, como detalle, el año pasado se incrementaron las ventas a nivel global gracias a los 722 vehículos de calle vendidos a los que hay que sumar 45 unidades de competición.
Lotus recibe una inyección de capital de 110 millones de libras
Precisamente este incremento en las ventas ha propiciado que el gobierno británico inyecte en Lotus nada menos que 10 millones de libras a través de un fondo de desarrollo regional, cantidad de dinero a la que hay que sumar 100 millones de libras que vienen de DRB-Hicom, empresa propietaria de Proton, a su vez socia corporativa de Lotus. Tras esta inyección de capital, desde Lotus se anuncian que se han puesto como meta resurgir en 18 meses.
Como detalle final, gracias a esta inyección en el capital de la empresa inglesa, ya se ha anunciado el desarrollos e una nueva plataforma así como la creación de un nuevo motor propio, algo que finalmente se traduce en relevos generacionales para los Lotus Evora y Exige, dos modelos a los que ya empiezan a acusar el paso del tiempo. Por otro lado, Lotus ha creado 100 nuevos puestos de trabajo en la fábrica que la compañía tiene en Hethel, Norfork.
Vía: paultan
