El Bugatti Veyron, ese superdeportivo que a pesar de que no lleva mucho tiempo presentado en el mercado, ya es un mito del automóvil, por haber sido en su momento el automóvil más rápido el mundo, récord que en la actualidad lo ostenta el SSC Ultimate Aero TT. Un diseño imponente, una mecánica con una complejidad que sólo un grupo reducido de personas está capacitado para meterle mano y un precio al alcance de unas pocas personas en el mundo. 1001 caballos de potencia, 0-100 Km/h en poco más de 2 segundos y una velocidad punta de 407 Km/h.
Por fin, después de tanta espera, llega a Rusia, un mercado interesante. Tan interesante, que keller, el distribuidor que se encargará de distribuir el Veyron en Rusia, ya ha recibido unos cuantos pedidos del Veyron, aunque no especificaron quienes los hicieron y cuántos en total.
La estimación de ventas en el mercado ruso es de 10 unidades a vender en 3 años a un precio de 1.6 millones de euros -medio millón más que los europeos, por culpa de las aduanas-, pero aún así parece ser que se podría cubrir las estimaciones en 12 meses y por ende no poder seguir satisfaciendo las demandas.
Como ya he dicho antes, el corazón del Veyron sólo lo pueden tocar unos pocos privilegiados, así que en Rusia, los talleres encargados de las revisiones y mantenimientos de los Veyron situados allí serán dos talleres de Bentley. Uno, está situado en pleno corazón de Moscú, mientras que el otro, está en Barvija, la zona residencial más cara y lujosa de toda Rusia.
Vía: Portal automotriz