Tal y como se esperaba, el Gran Premio de Baréin ha sido una caja de sorpresas, ya que las condiciones climáticas han llevado al límite tanto a muchos de los pilotos, como a prácticamente todas las escuderías y monoplazas de la parrilla.
El resultado inicial no ha variado más allá de lo esencial. Sebastian Vettel ha coronado Baréin de principio a fin, mostrándose intachable y como un auténtico líder. La victoria, muy importante para el alemán, demuestra que Vettel está ahí, y de qué manera.
No obstante, más allá de eso, la sorpresa la han marcado ambos Lotus. Kimi Räikkönen y Romain Grosjean han acabado escalando posiciones a un ritmo frenético y bestial, demostrando que la estrategia de la escudería en cuanto a los neumáticos ha sido sumamente brillante. En combinación con dos pilotos realmente buenos y un poderío del Lotus E20 extraordinario, han llegado casi a lo más alto. Todo lo contrario que ambos McLaren, los cuales han acabado desinflándose como si nada. Más allá, Jenson Button se quedó sin motor a sólo una vuelta del final.