Lo cierto es que si te dejas el coche abierto en la calle, es bastante probable que a la vuelta te lo encuentres diferente a como lo has dejado. Simplemente es una presa fácil para los ladrones, sea para llevarse el coche o los objetos que hay dentro.
En Boston, uno de cada cinco coches se olvidan abiertos o con alguna ventana bajada durante los fines de semana. Lo tiene comprobado la policía local y es por ello que los hombres de la ley han decidido tomar medidas al respecto: fijarse si los coches están cerrados, prestando especial atención a los que contienen objetos de mayor valor en su interior, navegadores, móviles, maletas, carteras, etc.
Si detectan algún coche abierto, lo cierran y dejan una nota en el parabrisas. A pesar de que puede parecer una buena acción, siempre hay grupos de gente que está en contra de la medida. Se trata de gente enfadada porque alguien se permite tocar propiedades que no les pertenece, sobre todo el dueño de un coche que se dejó las llaves dentro y ahora con el cerrado no las puede recuperar.
Vía: carscoop