Ni un modelo tan icónico y que se ha mantenido tan fiel a su filosofía como es el Mazda MX-5 podrá esquivar la reconversión a la que se está sometiendo toda la industria automovilística si quieren seguir comercializándolo en el mercado.
Tal y como hemos podido saber por una reciente confirmación por parte de Mazda a Motor1, la firma nipona electrificará la próxima generación (NE) del MX-5 que debería llegar a mediados de la presente década. Pero… ¿qué clase de electrificación tendrá?
Si estabas preocupado pensando en que sería una electrificación total -y por consiguiente, un importante incremento de peso por las baterías-, de momento parece ser que no será así (aunque llegará en alguna futura generación). Más bien será una electrificación suave en forma de configuración mild-hybrid con un motor de arranque que actúa como generador para recuperar energía en frenadas y cuya energía se almacena en una pequeña batería para alimentar algunos elementos auxiliares o ayudar al motor en momentos de alta carga. Y es lógico, puesto que otro tipo de hibridación que añada un motor eléctrico y una batería de mayor tamaño lo alejaría del umbral de los 1.000 kilos en los que se posiciona actualmente, además de encarecer su coste de producción.
Mazda quiere seguir con su compromiso de mantener el MX-5 como un deportivo ligero, económico y de dos plazas descapotable. Los planes para 2030 de la marca pasan por tener todo su catálogo electrificado, siendo el 25% completamente electrificados y el 75% con algún tipo de electrificación, este último marco sería en el que se encuadraría el Miata.