Skoda ha presentado la cuarta generación del Fabia, un modelo totalmente nuevo y que supone un claro desmarque respecto a su antecesor en prácticamente todos los aspectos, incluyendo la plataforma, donde deja la anterior para pasar a emplear la MQB-A0 del Grupo Volkswagen también usada en los SEAT Ibiza y Audi A1.
Este nuevo Fabia aumenta sus cotas de forma loable, midiendo ahora 4,11 metros de longitud (+11 cm), 1,78 metros de anchura (+4,8 cm) además de una distancia entre ejes de 2,26 metros (+9,4 cm), algo que se manifiesta de forma palmaria en su espacio interior para los ocupantes, así como su maletero, que ahora gana 50 litros extra para llegar a los 380 litros (1.190 litros si abatimos los asientos traseros).
También es ahora considerablemente más aerodinámico, donde se ha prestado especial atención en retrovisores, llantas de aleación y nuevo spoiler, logrando un coeficiente aerodinámico de 0,28 Cx, siendo uno de los mejores de su segmento.
El habitáculo recibe una enorme dosis de digitalización, pudiendo contar ahora con una instrumentación digital de 10,25 pulgadas, además de un sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas o 9,2 en opción, en ambos casos compatible con Apple CarPlay y Android Auto, además de la posibilidad de control gestual, módulo Wifi o asistente por voz. También son dignas de mención las cinco tomas USB C a lo largo del interior.
Su gama de motores está conformada por cinco opciones, ninguno de ellos diésel. Arranca con el 1.0 MPI tricilíndrico de 65 y 80 CV, en ambos casos atmosférico y con caja de cambios manual de cinco velocidades. Por encima se sitúa el 1.0 TSI de 95 (caja manual de cinco velocidades) o 110 CV (manual de 6 o DSG de 7). La cúspide la pone el 1.5 TSI de 150 CV con caja de cambios DSG de siete relaciones y un 0-100 km/h en 7,9 segundos.
