Con el Skoda Vision E en mente, la marca checa está preparando el terreno para arrancar una nueva gama de modelos que llegará a Skoda en un plazo máximo de tres años. Y es que yendo más allá de los modelos tradicionales, en Skoda quieren comenzar a expandir su gama de modelos hacia el mercado de los híbridos y eléctricos, y de la mano de Volkswagen, estamos a un paso de ver cómo esta andadura comienza a tomar forma con mayúsculas.
El primer híbrido de Skoda llegará antes de 2019 y lo hará en forma de variante del nuevo Skoda Superb. La berlina contará combinará un motor de combustión interna junto con un motor eléctrico y un kit de baterías y se situará como el más potente de la gama a excepción del 2.0 TSI 4×4 de 280 caballos. Pero más allá, el verdadero primer modelo eléctrico no será este, sino un SUV fabricado desde cero, partiendo de la plataforma modular de Volkswagen para este tipo de modelos, y que estará fuertemente inspirado en el prototipo Vision E.
Con un aspecto similar al prototipo que tenemos ahora mismo en pantalla, el Skoda Vision E definitivo dará vida al proyecto más importante de la marca checa en décadas, porque no será el más vendido pero sí el que marcará un antes y después en Skoda. A medio camino entre el Karoq y el Kodiaq, el Skoda Vision E tendrá un aspecto de SUV-Coupé y ofrecerá espacio para cinco adultos, todo ello prescindiendo de cualquier motor de gasolina o diésel que se nos ocurra. Será 100% eléctrico.
Otorgando una potencia neta aproximada de 300 caballos y una autonomía neta que debería superar sin problemas los 500 kilómetros, el Vision E será el primero en llegar, pero no el último. Skoda ya plantea dos proyectos más del mismo estilo, otro SUV eléctrico más grande -más que el Kodiaq-, y un coupé deportivo también eléctrico.
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