Después de las pérdidas millonarias y disparates fiscales por la compra del equipo de Fórmula 1 Midland, ahora llega la renuncia del que hasta ahora era el CEO actual, Michiel Mol, y es que si esto sigue así podría llegar al extremo de tener que vender el equipo de F1 Spyker por menos del valor adquirido hace tan sólo un año.
Todo esto sumado a las pobres ventas de sus coches de calle (apenas 100 unidades) dejan entrever que algo no va bien en la compañía holandesa, y de seguir así… puede que sus coches pasen a la historia demasiado pronto.
Vía: Motorfull