Uno de los modelos más carismáticos del DTM como es el Alfa 155 DTM es el sueño húmedo no sólo de los alfistas más acérrimos a la marca, sino también de prácticamente cualquier amante de la competición de los años ’90. Pero además de su carisma, tampoco podemos dejar de lado su envidiable palmarés, alzándose con la victoria del DTM en Alemania, Superturismo en Italia y los campeonatos de turismos español y británico.
Es por ello que la firma italiana, gracias a su éxito en pista, se planteó el lanzamiento de una versión de calle derivada del modelo de competición con la que poder ofrecer una alternativa al Mercedes 190E 2.5-16 además del BMW M3 E30. Todo parecía marchar, sin embargo, finalmente debido a que no pudieron adaptar un V6 más potente en su vano motor (con la consiguiente decepción de Fiat) y los costes que llevaba aparejados su desarrollo y las discrepancias que generó en el seno de Fiat se optó por cancelar el proyecto, aunque se llegó a producir un prototipo del mismo que afortunadamente no fue destruido. Y es ahora cuando sale a subasta.
Tomando la base del 155 Q4, el Alfa 155 GTA Stradale estaba diseñado por el ingeniero Sergio Limone, el mismísimo padre del Lancia 037. Su motor contaba con especificaciones de grupo N, mientras que su estética contaba con un kit aerodinámico mucho más agresivo. No faltó tampoco una suspsensión específica y un interior más deportivo.
Este prototipo fue mostrado en el Salón de Bolonia y poco después, empleado como coche de asistencia médica en el Gran Premio de Monza de 1994. Tras esa fugaz aparición por la competición, pasó a un segundo plano, cambiando varias veces de propietario, habiéndose restaurado en profundidad hace algunos años para lucir tan espectacular como lo hace en las fotos, contando actualmente con poco más de 40.000 kilómetros en su odómetro.
Ahora saldrá a subasta en un evento organizado por Bonhams en Padua (cerca de Venecia) y se espera que su precio final oscile entre los 180.000 y 220.000 euros. Aunque no se especifica si está matriculado para poder circular por la calle, que nos imaginamos que sí.