El gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) sigue queriendo equiparar los impuestos del diésel con los de la gasolina. Actualmente y aún pese al desplome de ventas sufrido durante los últimos meses en nuestro país, los vehículos dotados con estos motores siguen reinando en nuestras carreteras con una cuota del 57%.
Durante el pasado martes, hicieron llegar el Programa de Estabilidad 2019-2020 a Bruselas, sacando del baúl la subida de impuestos al diésel, o lo que es lo mismo, que sobre la media de precio actual, supondrá pagar 1,90 euros adicionales por cada depósito diésel de 50 litros. Recordemos que esta medida ya venía en los anteriores Presupuestos Generales que finalmente no consiguieron sacar adelante dando como resultado la convocatoria de elecciones, sin embargo, ahora sí que parece bastante probable que vayan a lograr hacerlo debido a su mayor peso político tras los resultados obtenidos.
Si bien esto en principio no afectará a profesionales del transporte que haga uso de gasóleo profesional o gasóleo bonificado, con el objetivo, según dicen, de poder otorgar a los mismos un mayor tiempo de adaptación al uso de otros productos con mecánicas menos contaminantes y que les permitan afrontar con mayor margen más subidas en un futuro.
En cualquier caso, esta no será la única subida que se realizará a corto plazo sobre el diésel. En la actualidad, el litro de gasolina cuenta con un gravamen de 40,25 céntimos frente a los 30,7 del gasóleo, y esta medida de los 3,8 céntimos no es más que el arranque de la senda en al equiparación fiscal del diésel y la gasolina de acuerdo a las recomendaciones internacionales, tal y como se ha detallado en el documento enviado a Bruselas. Cuando esa equiparación fiscal haya concluido, un conductor acabará pagando 5,2 euros más por depósito de media.
Por otra parte, el gobierno en el documento señala que esta medida no persigue un fin recaudatorio, sino proteger el medio ambiente mediante la correcta internalización de las externalidades negativas.