Audi prevé reemplazar el R8 en un plazo máximo de dos años y lo cierto es que el sucesor directo no será un nuevo R8 como tal, ni un movimiento similar al que vimos respecto al R8 anterior. En su lugar, Audi prevé un paso radical y pensar en un nuevo superdeportivo eléctrico por parte de Audi, que además será el primero de la marca, es el camino a tomar. ¿Estamos preparados para ello?
Más allá del Audi R8 e-tron, lo cierto es que la marca de Ingolstadt no tiene presencia ni está a la altura del emergente mercado de los superdeportivos eléctricos que está en camino. De la misma forma que ocurrió con el sector que ahora domina de punta a punta Tesla, se prevé que ocurra lo mismo en el nicho de mercado de los deportivos y superdeportivos y es aquí donde Audi no quiere quedarse atrás ni llegar más tarde de la cuenta. Por ello, pensar en un sucesor eléctrico y de muy altas prestaciones del R8, es el paso más natural.
Esto viene a raíz de la puesta en el mercado próximamente del nuevo Tesla Roadster, aquel que incluso antes de debutar en el mercado ya arrolla y atrona con las prestaciones que ofrecerá. Incluyendo, entre otros aspectos, un 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 2 segundos. Para conseguirlo, el uso de baterías en estado sólido será un paso obligatorio. Igualmente, Audi deberá hacer lo mismo, ya que de lo contrario, el lastre de las baterías de litio-ión sería demasiado importante para que pudiese competir en un mercado que dentro de muy poco, será enormemente exigente.
El sucesor del Audi R8 llegará al mercado, pero no será este año: la marca de los cuatro aros tiene mucho trabajo por delante y lo primordial es ver, al menos, varios modelos e-tron en el mercado y con las primeras pruebas difíciles superadas, incluyendo autonomía, fiabilidad…
