A nadie sorprende ya lo que Lotus lleva tiempo anunciando: el desarrollo de un SUV propio que sirva para llegar a un tipo de público todavía no explorado por la firma y que además permita contar con unos márgenes de beneficio superiores al resto de modelos, siendo por tanto una excelente razón para servir como grifo financiero al resto de la gama de deportivos durante los próximos años.
Aún sorprende menos si tenemos en cuenta que cada vez son menos las marcas de deportivos que se están resistiendo a la tentación SUV, incluyendo Lamborghini que está cerca de presentarlo o incluso Ferrari, que por fin ha admitido recientemente que se encuentra desarrollándolo.
Por otra parte, el proyecto de SUV en Lotus se remonta ya a los tiempos en los que estaban bajo el paraguas de Proton, sin embargo, con su reciente venta a Geely y a tenor del cambio tan radical que hemos visto estos últimos en años, esto supondrá una importante inyección de I+D para este modelo en ciernes -además de poder sacarlo adelante de una vez por todas, ya que las primeras intenciones de hacer algo así se remontan a 2006-, que le permitirá consolidar unas cifras de ventas anuales muy superiores en la firma.
No faltan los paralelismos estéticos con el resto de la gama, con un frontal inspirado en los Elise y Exige y con unas entradas laterales de tamaño considerable, mientras que su zaga nos recuerda a la del Evora con esos pilotos circulares características.
Con la experiencia de Volvo en SUV y la reconocida fama a la hora de realizar puestas a punto deportivas del departamento de ingeniería de Lotus, fruto de ese matrimonio puede salir un aparato muy serio con el que poder rivalizar sin pretensiones con modelos como el Cayenne de Porsche.