Ya pudimos ver hace algunos años el resultado del matriominio entre el motor VR38DETT procedente de un Nissan GT-R bajo la carrocería de un Nissan Qashqai de primera generación, el cual se había reformado por completo para ser capaz de albergar esta modificación y a su vez, de poder afrontar con garantías ese espectacular aumento de potencia respecto al modelo de serie.
Bajo el nombre de Nissan Qashqai-R, los ingenieros del preparador británico Severn Valley Motorsport (SVM) ubicados en Reino Unido han tomado como base la última preparación que dieron a conocer y que entregaba 1.500 CV de potencia en su última iteración (para los cuales, partió de una base de 1.000 CV en primera instancia). Ahora, ha vuelto a evolucionar nuevamente hasta llegar a los 2.000 CV gracias a todas las modificaciones acumuladas ya en su bloque motor, y además, adicionalmente, con la sustitución de los dos turbocompresores por otros de mayor capacidad.
Esta potencia le ha permitido ser nada menos que el SUV más rápido del mundo, al lograr batir el récord fijado hasta la fecha en dicha categoría por un Toyota Land Cruiser con 2.000 CV que alcanza 370 km/h. En este caso, el Qashqai-R ha logrado reventar por completo su registro y fijar una velocidad máxima de 382,7 km/h, récord, por cierto, obtenido en el transcurso del evento VMax 200 en un circuito de pruebas cuya longitud es de 3,210 metros.
Eso sí, a diferencia del Juke-R que sí que se llevó a producción en una tirada muy limitada (y que también contaba con el motor del GT-R), esto es simplemente un ejercicio de ingeniería para demostrar las capacidades de dicha compañía. Ahora bien, como todo en esta vida, dinero mediante, te podrán proveer de una unidad de similares características para que puedas airear a los cuatro vientos que eres propietario del SUV más rápido del mundo.