La suma de la miniaturización con la tecnología nos permite que aquellas cosas que hace no tantos años veíamos en TV y nos parecían poco menos de ciencia ficción, poco a poco vayan adentrándose como una realidad en nuestras vidas y que incluso, en unos años, pueda popularizarse y que lo veamos como algo normal que tiene cualquier hijo de vecino.
No sabemos si en este caso, con el invento desarrollado por este británico que se hace llamar Steven Northam, llegará a esos extremos de popularización, pero sí que puede resultar tremendamente útil para muchas personas al permitirle prescindir de ciertos accesorios que han estado siempre ligados a la conducción de un automóvil, como son las llaves del mismo, si bien, este accesorio como tal ha evolucionado considerablemente, y a día de hoy, en muchos modelos simplemente basta con llevarla encima para abrir y poder arrancar nuestro vehículo, previa pulsación del botón de arranque del salpicadero.
Este hombre británico le ha dado una vuelta de tuerca a estos sistemas y ha desarrollado un microchip que va implantado quirúrgicamente en nuestra mano -concretamente, entre el pulgar y el índice-, de forma que cuando ponemos las manos sobre el volante, el vehículo arranca y ya podemos iniciar la marcha con él. Haciendo uso de tecnologías tan extendidas como RFID y NFC, este chip se sirve de señales de corto alcance para que cuando pone las manos en el volante, el coche arranque.
Steven Northam ha adaptado su BMW Z4 para que sea capaz de arrancar en esta guisa, pero además, también lo ha extendido a su casa y oficina, de manera que no hace falta que lleve tampoco las llaves de estas. Aunque tardaremos en ver una normalización de estos sistemas, Northam cree que en 20 años serán muy comunes, y a día de hoy, el procedimiento no es caro, ya que la intervención para introducir el chip bajo nuestra piel cuesta entre 230 y 260 libras (250-290 euros) y además ya se ha aliado con un anestesista para que la operación se haga de acuerdo a los estándares médicos. Ahora bien, a esto hay que sumar luego las modificaciones a realizar tanto en el vehículo como en la casa y oficina para que sean capaces de responder al chip y realizar las acciones de apertura.
Las ventajas, en cualquier caso, son bastante claras: ya nunca más tendrás que preocuparte de olvidarte o perder las llaves. Ahora, las llevas adosadas al cuerpo…
Vía: Telegraph