Está claro que la seguridad en los coches aumenta día a día a pasos agigantados, eso es algo que todos tenemos muy claro. Sin embargo, no parece factible que se pueda salir relativamente de una pieza cuando hablamos de accidentes a más de 300 kilómetros por hora, ¿no crees?
Todo ocurrió en la Autobahn alemana. El protagonista, un BMW M5 F10 azul conducido por un hombre de sesenta años y de acompañantes, un joven de veinte años y detrás, un perro. Probando la velocidad máxima del M5 F10 y superando los 300 km/h, derrepente un coche se incorporó a la autovía alemana y no advirtió la presencia del M5 F10… interponiéndose en su camino. ¿El resultado?
Absolutamente destrozado. El conductor del M5 pudo esquivar el coche que se interpuso en el camino, pero no logró enderezar la berlina alemana y acabó absolutamente destrozado, con el lateral completamente hundido y con el puente trasero partido en varias piezas. Podríamos estar pensando en un accidente trágico, pero milagrosamente, ninguno de los tres ocupantes -incluyendo el perro- falleció. Todos sobrevivieron, aunque no ilesos.
Viendo estas fotografías, está claro que la seguridad y la capacidad de absorción de energía del M5 F10 ha salvado la vida de los tres ocupantes, es algo indudable. Según hemos podido saber, el conductor que ocasionó el accidente, no se detuvo. Siguió su camino.
Vía: M5 Post
