Aunque mucha gente se dejara llevar por la euforia inicial del Tesla Model 3, es evidente que a nadie le gusta esperar de 12 a 18 meses como están esperando todos aquellos que desde hoy reservan su Model 3. Más aún, cuando no se trata de un superdeportivo de fabricación artesanal y tiradas limitadas como pueda ser un Ferrari, donde sí que están mucho más normalizados estos plazos y se consideran hasta habituales.
Y en marcas de superdeportivos es muy inusual que suceda (ya que, generalmente, el comprador medio suele tener a su disposición varios vehículos similares), sin embargo en coches mucho más terrenales y accesibles, cuando eso sucede, ahí es cuando muchos de ellos toman conciencia que se han precipitado en su decisión al no poder soportar tanto tiempo a expensas del vehículo por el que han dado señal y cancelan su pedido en favor de otro que no requiera esperar tanto tiempo.
Es el caso del Model 3, que de acuerdo a las informaciones desveladas por el propio Elon Musk (CEO de Tesla), hasta la fecha han habido 63.000 cancelaciones de los pedidos del compacto eléctrico, por lo que a priori, esto situaría su número de pedidos por debajo de la barrera del medio millón, en torno a los 455.000.
Evidentemente, estas listas de espera son temporales y la idea de Tesla es lograr acortarlas cada vez más: a finales de año, esperan poder producir 5.000 unidades del Model 3 cada semana, mientras que para principios del próximo año, esperan elevar dicha cifra a 10.000 unidades. Con una normalización de la producción, podrán a su vez atraer a más potenciales compradores que ahora pudieran verse disuadidos por estos plazos desproporcionados.
A ello hay que sumar además que también faltan por llegar las variantes de tracción total que supondrán un refuerzo en la gama y un afianzamiento de sus ventas en determinados países donde este tipo de configuraciones cuentan con una alta demanda. Eso sí, no será hasta 2019 cuando países como Japón o Reino Unido puedan disfrutar de sus versiones con volante a la derecha.