Y es que no es de extrañar que estas cosas pasen cuando se ficha a la competencia, ¿no? Al parecer, Tesla Motors contrató a Henrik Fisker para que ayudase a desarrollar y diseñar el Tesla Whitestar (la berlina eléctrica de Tesla), pero al parecer todo salió al revés: Henrik salió por la puerta de atrás, y parece que, según Tesla Motors, no se fue con las manos vacías.
Según la compañía el equipo de Fisker se llevó consigo material y documentos de alto nivel de la otra compañía como resultado de un espionaje industrial a niveles descomunales, robados directamente desde la fábrica. Evidentemente, hay que demostrarlo.
De todo esto podemos sacar en conclusión que ni las propias marcas que luchan en una cruzada para lanzar vehículos eléctricos de nueva generación se respetan entre sí, y que al fin y al cabo, todos miran por sus propios intereses.
Vía: Autoblog en español