Es de agradecer el mimo que fabricantes como Tesla ofrecen a modelos que hace años que dejaron de ser parte de su catálogo. Y no nos referimos únicamente al hecho de la fabricación de repuestos y accesorios originales para modelos como el Roadster (cosa totalmente lógica si tenemos en cuenta que no es un modelo veterano), sino al hecho de que sigan sacando actualizaciones para poder mejorar su autonomía, previo paso por caja, claro está. Más aún si tenemos en cuenta que la producción del modelo fue muy limitada: sólo se comercializaron a nivel mundial unas 2.500 unidades.
Y es que, aquellos interesados en aumentar su autonomía, poniendo su Roadster en manos de Tesla y abonando 29.000 dólares, en la compañía se encargarán de introducir la placa R80 junto con el nuevo paquete de baterías de mayor capacidad, pero que eso sí, ocupan el mismo espacio que la batería original, y eso se debe a que emplean las mismas celdas de las que hacen uso modelos como el Tesla Model X o Tesla Model S.
La mejora es muy loable, con la actualización se pasa de una autonomía sobre papel de 394 kilómetros a nada menos que 547 kilómetros, es decir, un 40% más. Ahora bien, dicha mejora no se consigue únicamente gracias a la actualización de las baterías, también se instala un nuevo kit de carrocería que mejora la aerodinámica de cara a lograr una mayor eficiencia buscando de esa forma la extensión de su autonomía.
Por otra parte, Tesla espera contar con una segunda generación del modelo, aunque previsiblemente no llegará hasta finales de la década actual. Pero con todo el know-how adquirido con el Model S, Model 3 y Model X, sin lugar a dudas será una opción a todas luces mucho más interesante y con un producto mucho más pulido y avanzado tecnológiamente.