El gigante automovilístico chino BYD ha anunciado que ofrecerá el sistema de conducción inteligente Navigate on Autopilot (NOA) en toda su gama de vehículos a partir de 2025, incluso en los modelos más baratos como el BYD Seagull, que tiene un precio inicial de menos de 10.000 euros. Con este movimiento, BYD pretende democratizar el acceso a la conducción autónoma de nivel 2+, ofreciendo una tecnología que hasta ahora solo estaba disponible en vehículos de gama alta.
Este cambio de estrategia se debe a que, a pesar de liderar el mercado chino en cuanto a volumen de ventas, BYD se ha quedado rezagada en el desarrollo de software y sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS). Para solucionar este problema, la compañía ha invertido 13.250 millones de euros en el desarrollo de ADAS y ha creado un equipo de 1.300 personas dedicado a esta área.
El sistema NOA de BYD, que se basa en un conjunto de 11 cámaras (7 de largo alcance y 4 de visión 360), permitirá a los vehículos circular de forma autónoma tanto en autopistas (HNOA) como en entornos urbanos (CNOA). Además, la compañía ha colaborado con proveedores como DJI y Huawei para desarrollar un sistema que pueda instalarse en toda su gama, desde el pequeño Seagull hasta los lujosos Yangwang.
La decisión de BYD de democratizar la conducción autónoma contrasta con la estrategia de los fabricantes europeos, que han optado por vender menos coches eléctricos pero a precios más elevados, limitando el equipamiento y las características de los vehículos. Esta estrategia podría poner en desventaja a los fabricantes europeos cuando los coches chinos de bajo coste y alta tecnología lleguen al mercado europeo.
Los expertos del sector no esperaban que BYD se moviera tan rápido en el desarrollo de la conducción autónoma. Si la compañía logra instalar su sistema NOA en toda su gama en la primera mitad de 2025, como está previsto, esto supondrá un duro golpe para sus rivales y podría acelerar la adopción de la conducción autónoma en todo el mundo.