A nadie pilla por sorpresa que la recién presentada tercera generación del Toyota Auris haya prescindido de mecánicas diésel en su gama. En su lugar, opta por una estrategia que va a ser norma dentro de Toyota -todavía más-, y es ni más ni menos que la hibridación.
Porque sí, anteriormente ya contábamos con un Toyota Auris híbrido en la gama, había también una motorización diésel sirviendo de respaldo. Ahora, se suprime dicha motorización en favor de esta opción híbrida de 122 CV cuyo motor de combustión tiene una cilindrada de 1.8 litros. También habrá una opción más potente y prestacional con un 2 litros de 180 CV también híbrido. El único motor que no cuenta con un sistema híbrido es un 1.2 sobrealimentado del que todavía desconocemos las potencias con las que llegará.
EL motor de 2 litros, en contra de lo que pueda sugerir su potencia, no es una variante con enfoque deportivo, sino más bien está pensada para lograr el máximo confort especialmente a bajas velocidades con un punto de diversión al volante.
Esta nueva generación del Toyota Auris está construido la nueva plataforma global de Toyota (TNGA) que hace uso de acero de alta resistencia en áreas importantes y también supone un cambio disruptivo en términos de diseño, donde abandona esa imagen anodina para en su lugar adoptar una más musculosa y deportiva, donde incluso vemos una carrocería de dos tonos.
La longitud ha aumentado en 40mm llegando a los 4.370 mm, mientras que la anchura se reduce 20 mm y se queda en 1.790 mm. La aerodinámica mejora al reducir la altura del capó en 47mm, quedando la altura de la carrocería en 1.430 mm y la distancia entre ejes en 2.640 mm.
Por el momento esto es todo lo que podemos contarte, y no, lamentablemente no tenemos aún imágenes del interior para poder opinar, aunque en el caso de la línea exterior, podemos decir inequívocamente que es un paso adelante en firme.