Toyota ha presentado para el Viejo Continente el lavado de cara para el Camry, un modelo que en nuestro mercado únicamente lo recibimos con la configuración híbrida. Y precisamente este último sistema lo mantiene intacto (con el mismo motor de ciclo Atkinson y 2,5 litros, además del motor eléctrico y batería de 1,59 kWh con una potencia total combinada de 218 CV), centrando sus cambios en el interior, equipamiento y estética, si bien no es un cambio muy disruptivo respecto a lo que ya conocíamos.
Entre los cambios más destacables, encontramos el paragolpes delantero de nueva factura, un nuevo color de carrocería que recibe el nombre de ‘Deep Metal Grey’, parrilla de nueva factura, parrilla inferior disponible en gris oscuro y negro, además de molduras decorativas de los laterales de los paragolpes en plata o cromado. El catálogo de llantas de aleación recibe nuevas incorporaciones en 17 y 18 pulgadas, estando estas últimas acabadas en bitono, con radios de color negro y brillante.
Su habitáculo recibe una nueva pantalla táctil para el sistema de info-entretenimiento disponible con 7 y 9 pulgadas, que ahora va colocada sobre la consola central y dispone de Apple CarPlay y Android Auto que hasta la fecha no estaban disponibles. Además, hay dos nuevas tapicerías en cuero, en color negro o beige, que además disponen de perforaciones para poder añadir ventilación en asientos.
Su equipamiento mejora con los nuevos asistentes de conducción que se suman al paquete de Toyota Safety Sense, tales como el control de crucero adaptativo inteligente, reconocimiento de señales de tráfico, mantenimiento de carril y sistema de precolisión (PCS) mejorado.
Se espera que su las primeras unidades lleguen a los concesionarios antes de que concluya el presente año.
