Aunque todas las expectativas apuntaban a un futuro muy incierto del Toyota GT86 de cara a contar con un relevo generacional debido a unas ventas por debajo de las previsiones de la marca, hoy, nos sorprendemos sabiendo que sí que contará con una segunda generación, demostrando de esa forma el empeño por parte de Toyota en seguir intentando hacer un coupé divertido y de propulsión trasero a precio contenido y que funcione razonablemente bien en el mercado.
Pero la principal motivación de Toyota no sería la de hacer un producto más rentable que el GT86 actual, sino la de contar con coches deportivos y divertidos en su gama. Gama, que por cierto, próximamente completará el nuevo Supra. Y es que, como bien sabes, hasta la llegada del GT86 no podíamos encontrar modelos con un atisbo de deportividad, mientras que si nos remontamos a poco más de una década atrás, la gama de deportivos dentro de Toyota era bastante amplia.
Esta confirmación la sabemos gracias a unas declaraciones de Karl Schlicht, vicepresidente de ventas de Toyota Motor Europe a los chicos de Motoring durante el transcurso del Salón de París. Por el momento no sabemos mucha información al respecto, salvo que se continuará manteniendo a priori la asociación con Subaru para el desarrollo de su relevo, contando por tanto ambas marcas con un modelo muy similar en el mercado.
El consumidor tipo de este coche está bien estudiado, no sé que ha podido fallar. Quizá una variante turbo hubiese incentivado las ventas, quizá el cameo con Subaru no ha sido buena idea por servirse un explícito canibalismo integral durante un banquete con no demasiados comensales.