De acuerdo al medio Nikkei Asian Review, Toyota estaría en proceso de construcción de un amplio centro de pruebas e I+D en Japón, más concretamente, en el centro de la isla de Honshu. Y lo más reseñable, es que contará con 11 pistas de prueba diferentes.
Pero dentro de esas 11 pistas, una de ellas cuya longitud será de 5,3 kilómetros y tratará de emular de manera representativa a Nürburgring. ¿Qué quiere decir esto? Como bien sabes, el trazado alemán que servirá de inspiración, tiene una longitud de 20,7 kilómetros, así que para este caso concreto, lo que harán será plasmar las curvas y cambios de rasante más habituales, con diferencias de altitud de 75 metros a lo largo del trazado.
¿Por qué tienen que conformarse con poco más de 5 kilómetros en lugar de replicarlo de manera íntegra? La respuesta en este caso podríamos atribuirla, además de a que contarán con otros circuitos de prueba donde poder poner a prueba sus vehículos, también por la densidad de población existente en las islas, y donde la disponibilidad de suelo no es tan amplia como pueda ser en el viejo continente.
Estas pistas se usarán para poner a punto el comportamiento de sus diferentes modelos que luego serán comercializados a nivel mundial, soportando condiciones y climas muy variopintos, algo que tratará de replicarse en cierta medida allí.
Según adelantan desde el medio, el coste de esta obra faraónica será de 2.270 millones de euros, se estima que esté listo para el año 2023 y emplearía a más de 3.300 personas, con posibilidad de ampliar la plantilla en un futuro.
