Esta transformación ya la ví hace algún tiempo por la red, concretamente en el 2004 al poco de hacerse públicas las fotos, pero hoy gracias a autoblog.nl he podido rescatarla. Es una transformación de un Acura NSX a un Ferrari F50, a base de kilos y kilos de masilla.
Un quiero y no puedo más, aunque todo hay que decirlo, el resultado de la transformación ha sido bueno, al menos estéticamente.
Vía: autoblog.nl
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esta chido s carro
que culiao como van acer eso vergas
mal tan lindo carro como lo malogan