Aston Martin ha presentado su nueva propuesta de deportivo biplaza cuya producción estará limitada a 999 unidades y cuyas primeras unidades no comenzarán hasta la segunda mitad de 2025.
Este modelo que fue inicialmente anticipado como prototipo 5 años atrás y cuyo diseño de la versión de producción fue anticipado tres años atrás, ahora finalmente podemos conocer con todo lujo de detalles la versión de producción del mismo.
Mecánicamente se apuesta por un V8 biturbo de 4.0 litros junto con tres motores eléctricos (dos en el eje delantero) que suman 251 CV adicionales, dejando su potencia total en 1.079 CV y estando comandado por una caja DCT de ocho velocidades y doble embrague (que curiosamente, no tiene marcha atrás, ya que de esto se encargan los motores eléctricos). Gracias a esta potencia, realiza el 0-100 km/h en tan sólo 2,5 segundos con una velocidad máxima de 350 km/h.
Si circulamos en modo 100% eléctrico la velocidad máxima pasa a ser de 140 km/h, sin embargo, su autonomía en este modo es muy limitada, ya que se limita a tan sólo 14 kilómetros.
Cuenta con un chasis monocasco en fibra de carbono con dos subchasis de aluminio y suspensión delantera de tipo ‘push-rod’ mientras que la trasera es multibrazo con amortiguadores Bilstein DTX adaptativos. Ambos ejes cuentan con discos carbocerámicos de 410 mm delante y 290 mm detrás.
Además, se ha trabajado mucho a nivel aerodinámico al lograr hasta 600 km de fuerza vertical máxima a 240 km/h gracias al sistema activo de piezas móviles (como el alerón trasero y delantero).
Su habitáculo nos recuerda al de un Fórmula 1, con un volante con la parte inferior muy achatada y unos asientos fijos en fibra de carbono. Y te preguntarás, ¿cómo puedo ajustar la posicón del conductor en ese caso? mediante la columna de dirección y los pedales. No falta tampoco una instrumentación digital y una pantalla para el sistema de infoentretenimiento compatible con Android Auto y Apple CarPlay.