En un principio, allá por Septiembre del año pasado, apareció la foto que ilustra este artículo junto a unos rumores muy, muy interesantes. Hablaban de la próxima generación del BMW M5, y concretamente del paso de la tecnología atmosférica a la turboalimentada, que ya parece toda una realidad.
En su día casi se confirmó que se usaría el V10 actual pero reforzado y modificado con un sistema de doble turbo, pero hoy las cosas vuelven a cambiar. Continuando con la misma tecnología rumoreada, ahora todo apunta a que será el nuevo V8 de 4.4 litros -presente en el X6- el que esté presente en la próxima berlina deportiva.
Con este cambio, los de Münich subirán su listón y lo pondrán, como mínimo, al mismo nivel que el nuevo Audi RS6, que también es biturbo y que casi roza los 600 caballos. La potencia, cómo no, será similar en ambos.
Vía: Leftlane