Las pruebas de estrés que sufren los coches en su desarrollo son muy amplias y variopintas, teniendo como objetivo tratar de someterlo a pruebas extremas que lo pongan contra las cuerdas y poder estudiar aquellos componentes más susceptibles de fallo para poder mejorarlos.
Sin embargo, en los deportivos, debido a que van a ser sometidos a comportamientos mucho más exigentes por parte de sus propietarios, las pruebas de estrés en su desarrollo también deben ir en consonancia. Porsche ha hecho públicas algunas de las pruebas que realiza a una de sus joyas de la corona, el 911 GT3.
Thomas Mader, director de Proyecto de Motores para GT de serie de Porsche, ha revelado curiosidades como durante el desarrollo del 911 GT3, recorrió 5.000 kilómetros en el circuito de Nardo (Italia) a una velocidad constante de 300 km/h parando únicamente a repostar. También, el motor del mismo se sometió a más de 22.000 horas en banco de pruebas, donde se simuló perfiles típicos de circuitos de los circuitos y han hecho funcionar el propulsor a pleno rendimiento durante una gran parte del tiempo. También se realizaron 600 ensayos de emisiones a fin de poder cumplir con las normativas de emisiones.
El motor atmosférico del nuevo GT3 cuenta con 10 CV más que el del modelo anterior (un total de 510 CV), entregando su potencia máxima a 8.400 rpm y contando con un corte de inyección a 9.000 rpm. También se ha incrementado su par máximo de 460 a 470 Nm. Este motor está basado en el del 911 GT3 R de competición. Realiza el 0-100 km/h en 3,3 segundos y el 0-200 km/h en 10,8 segundos (3,9 segundos y 11,9 segundos respectivamente si montamos la caja de cambios manual).
Su aerodinámica también ha sido minuciosamente estudiada a fin de lograr optimizarla al máximo, por ello, se ha desarrollado en túnel de viento durante 160 horas a través de 700 simulaciones.
