Tal y como pronostican muchos economistas, el Brexit supondrá un duro varapalo para la economía inglesa al perder potencia a nivel mundial, fruto de la fuga de muchas multinacionales que están estudiando mover sus sedes o fábricas a otros lugares de Europa en los que se puedan beneficiar del libre comercio existente entre sus países miembros. Algo que naturalmente se sintetizará en la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo.
General Motors actualmente produce en Reino Unido un par de modelos de Vauxhall y Opel, sin embargo, a raíz del Brexit, no les seguiría saliendo rentable producirlos allí. ¿El motivo? Fundamentalmente, que la gran mayoría de componentes con los que se fabrica son importados y sólo una pequeña parte son de producción local (concretamente el 25%), por lo que su salida de la Unión Europea encarecería considerablemente los costes de producción.
En Reino Unido se produce el Astra en Ellesmere Port (también se fabrica en Gliwice, Polonia), mientras que en Luton se fabrica la Vauxhall Vivaro. El hecho de que se pueda cerrar la planta de Ellesmere no implica necesariamente que se vaya a cerrar la de Luton, ni que tampoco, la de Ellesmere vaya a formalizar su cierre en estos momentos. Su producción seguiría ejecutándose hasta 2021, fecha de la llegada del relevo generacional del Astra actual y momento en el que tristemente se produciría el cierre de esta planta que cuenta con 2.000 empleados en su plantilla (la de Luton actualmente tiene 900).
Obviamente, la situación podría cambiar si finalmente, a la hora de abandonar la UE se opta por algún tratado de libre comercio, pero a día de hoy, esto es lo que está en los roadmaps de muchas multinacionales.
