?ltimamente parece que está resurgiendo un negocio bastante rentable para algunos, concretamente me refiero al negocio de la venta de clásico. En este punto me gustaría detenerme a matizar ya que no es lo mismo un clásico como el SEAT 124, que también tiene su mercado, a uno como el vehículo que hoy nos junta, nada menos que un precioso Ferrari 250 Testa Rossa que en su momento fue pilotado por nada menso que Brit Peter Conllins y Phil Hill, este último campeón de Fórmula 1.
Concretamente hablamos de la unidad con número de chasis 0704 que debutó por primera vez en competición en las 24 Horas de Le Mans de 1957, carrera que desgraciadamente no pudo terminar por problemas técnicos. Justo después este desastroso estreno Collins y Hill utilizaron este modelo para participar en los 1.000 kilómetros de Buenos Aires así como en las 12 Horas de Sebring. Una vez su vida como vehículo de competición llegó a su fin, Ferrari lo vendió a un estadounidense que lo donó en 1967 al Museo Henry Ford de Dearborn, Michigan, donde ha reposado en perfecto estado de revista durante más de 30 años hasta que fue vendido.
Consigue vender su Ferrari 250 Testa Rossa por casi 29 millones de euros
Precisamente el propietario que compró el vehículo quizá no supiese el enorme negocio que acababa de hacer, un negocio que ha supuesto que acaban de pagar por esta unidad en concreto la friolera de 28.990.000 euros. El propietario que ha conseguido tal negocio ha sido el coleccionista holandés Eric Heerema, justamente el mismo que en 2012 vendió un Ferrari 250 GTO por la módica cifra de 25 millones de euros.
Vía: motorauthority
