Con motivo del 50 aniversario de la marca, Ferrari lanzó al mercado en el año 1995 el Ferrari F50, dos años antes del aniversario. Con 349 unidades producidas, te puedes imaginar que es uno de los modelos más costosos de la firma con los que poder hacerse a día de hoy. Pero más aún, si se trata de una unidad tan peculiar como la que acompaña estas líneas que ha salido ahora a la venta.
Esta unidad es doblemente especial, ya que no se trata tan sólo de la primera unidad producida, sino que además es la que se empleó durante el desarrollo del mismo y la que finalmente se expuso en el Salón de Ginebra de 1995 cuando hizo su debut al gran público. Esto implica, como te podrás imaginar, que fue también la misma unidad que se usaba para las imágenes de prensa de la época, apareciendo en libros y hasta en 100 revistas de la época, siendo además también el último Ferrari en contar con un número de serie de cinco dígitos.
En los años 80, el mismísimo Enzo Ferrari fue el encargado de adjudicar la propiedad -aún incluso cuando el proyecto no estaba incubado- de lo que sería la primera unidad del F50 a Jacques Swaters, uno de los coleccionistas más icónicos de la marca, No recibió el coche hasta el 30 de Enero de 1998, tres años después de su presentación en el Salón de Ginebra y tras una profunda reconstrucción del mismo, puesto que esta unidad fue la que sirvió para poner a punto el modelo y hacer todas las pruebas de desarrollo del mismo. Años más tarde, en 2007, fue vendida a un coleccionista norteamericano y después a otro de Nueva York.
Actualmente se vende con la certificación Ferrari Classiche de su original y 1.400 millas (2.250 kilómetros) en su odómetro y se desconoce su precio de venta, pero no es difícil imaginar que hablamos de cifras de varios millones de euros. Eso sí, se entrega con una revisión con todos los líquidos, batería, neumáticos, entre otros cambiados para preservar su magnífico estado de conservación y que su V12 de 4.7 litros con 520 CV pueda trabajar en sus plenas facultades.
