Hace algunos años ya te contamos su historia y orígenes y hoy vuelve a ser protagonista. Y lo es, porque ha salido una unidad en excelente estado de conservación a la venta, que no es algo muy habitual al haber sido producidas únicamente 250 unidades entre los años 2001 a 2003, y de las que hoy en día debido a siniestros varios será una cifra inferior. Estamos hablando del Volkswagen Beetle RSi, una de las versiones más especiales lanzadas en las últimas décadas sobre la base de un modelo de calle por parte de Volkswagen.
Básicamente se trata de un New Beetle con esteroides al que se le instaló el motor 3.2 VR6 con 225 CV a 6.200 revoluciones por minuto y un par motor máximo de 317 Nm a 3.200 vueltas, acoplado a una caja de cambios manual de seis velocidades, entregando la tracción a las cuatro ruedas. Dando como resultado un 0-100 km/h en 6,4 segundos y una velocidad máxima de 225 km/h.
Se distingue muy fácilmente de los New Beetle convencionales gracias a su kit de carrocería específico formado por nuevos paragolpes delantero y trasero, alerón trasero de grandes dimensiones o unos pasos de rueda ensanchados en 8 cm, quedándose con una anchura total del conjunto de 1,81 metros. Además, también va acompañado de unas llantas OZ Racing Superturismo de 18 pulgadas, dos salidas de escape firmadas por Remus y la suspensión rebajada.
Este elevado grado de distinción también es palpable en el interior con sus espectaculares baquets fijos firmados por Recaro tapizado en cuero naranja, además de numerosos detalles en aluminio mecanizado e incluso los paneles de puerta realizados parcialmente en fibra de carbono. No contaban con elevalunas eléctricos, haciendo uso en su lugar de elevalunas manuales y una placa identificativa en el salpicadero nos recuerda que se trata de un coche muy especial.
En la parte trasera encontramos además una barra de refuerzo realizada en fibra de carbono entre ambas torretas de la suspensión para mejorar la rigidez del chasis, mientras que sus frenos también recibien mejoras para poder dominar mejor su motor de seis cilindros, con discos delanteros de 334 mm.
¿Estás interesado en él? Prepara la cartera, porque piden 52.500 euros por él en un concesionario alemán, si bien es cierto que tan sólo tiene 39.056 kilómetros en su odómetro y ha sido regularmente mantenido en talleres oficiales de Volkswagen. Por si te sirve de referencia, hace algo más de 6 años se podían encontrar las escasas unidades que salían a la venta en nuestro país por debajo de los 30.000 euros y su precio nuevo era de 48.000 euros.