El Honda/Acura NSX que conoceremos el próximo año como tal vuelve a rodar en el viejo Nördschlëife, mostrando un aspecto y carrocería prácticamente definitivas aunque eso sí, con un camuflaje aún importante. Lo más importante es que las pruebas finales del NSX ya están en la recta final, y el debut queda cada vez más y más cerca…
…y es que hablar de un nuevo NSX pone los pelos de punta, así de claro. Aquel exótico japonés tocado con la magia de Ayrton Senna marcó un punto de inflexión en el mundo de los deportivos, dejando claro que tantas décadas después, la filosofía de una aerodinámica excelente, un balance de pesos perfecto y un equilibrio entre peso y potencia fascinante, sigue funcionando. Y de qué manera.
Pero no todo será tan bonito, ¿o sí?
Con el nuevo Acura NSX (no está confirmado si llegará a Europa, y si lo hará bajo el sello de Honda), la marca japonesa competirá frente a frente con el Lamborghini Huracán LP 610-4, el Ferrari 458 M (en camino), el Audi R8 V10… como apunte interesante, desde Honda afirman que el precio neto del NSX se corresponderá con el del R8 V8 estándar, mientras que las prestaciones estarán -según parece- muy por encima. A diferencia del anterior NSX, el camino de la evolución será distinto y lo que veremos con rotundidad será el uso de tecnologías propias de híbridos o de eléctricos. Se especula con un motor V6 turboalimentado posicionado de manera central, y al menos dos motores eléctricos. El motor de combustión interna potenciará el eje trasero y los motores eléctricos el eje delantero, convirtiendo al NSX en un coche de tracción total cuando más se le exija.
Está claro que el camino muy poco tiene que ver con aquella filosofía del legendario y único NSX. Sin embargo, ¿no destacó más que nada por evolucionar como nadie lo esperaba? ¿No es eso lo que puede volver a ocurrir?