Personalmente creo que hay que tener muy poco aprecio por un superdeportivo con la historia del Lamborghini Diablo, un modelo que a muchos nos gustaría poseer no solo por marcar un hito en la historia reciente de los superdeportivos, sino por ser precisamente uno de esos vehículos con los que prácticamente nos hemos criado desde pequeños, un modelo por el que seguro, aunque anticuado, sentirás cierto apego emocional.
Aun así, todavía queda gente que se empeña en demostrar que, o bien tienen mucho dinero, o no sienten dolor alguno por destrozar una verdadera obra de arte como el Lamborghini Diablo de color amarillo que ves sobre estas líneas, sino es que es muy difícil de entender cómo un conductor es capaz de destrozar un superdeportivo de la forma tan tonta como lo hace el piloto que puedes ver bajo estas líneas, justo en una recta.
Destroza un Lamborghin Diablo tras un acelerón en mitad de una recta
Seguramente estarás pensando que tratándose de un Lamborghini Diablo, un superdeportivo de los que ya no se fabrican, si no lo tienes todo controlado es muy fácil terminar así. Comentarte que, para más inri, el Lamborghini Diablo fue de los primeros superdeportivos fabricados por la compañía italiana que, entre 1993 y 2001, montaron un arcaico sistema de tracción a las cuatro ruedas que enviaba hasta el 25% de la potencia al eje delantero, por lo que más culpa aún tiene el piloto que en ese momento estaba a los mandos.
Vía: youtube