El Porsche 911 GT2 RS ha sido la sensación de este fin de semana, y es que habiendo debutado en el Festival de Goodwood y en pleno verano, la atención que ha recibido durante todo el fin de semana ha sido máxima y el interés que ha despertado, más aún. Motivos para ello no han faltado, puesto que estamos ante el 911 de producción más potente, radical y rápido jamás fabricado, y además, el que ostenta el título de Porsche más rápido de la historia.
Ayer te contamos que desde Stuttgart dan por hecho que el 911 GT2 RS mejorará el tiempo del 918 Spyder registrado hace algo menos de cuatro años en el circuito de Nürburgring, algo que podría resumirse como una auténtica proeza. Conseguir tal cifra no es fácil, puesto que siendo menos potente -cuenta con «solo» 700 caballos-, se debe exprimir al máximo el chasis de competición y cada uno de los ajustes y mejoras para dar con la tecla perfecta.
Desde Goodwood llega este vídeo oficial en el que podemos verlo rodar en movimiento y con todo lujo de detalles, acompañado de un 911 Turbo S y pudiendo escuchar cómo suena el propulsor bóxer de seis cilindros. El vídeo se ha hecho algo viral por el intento fallido de un donut que el piloto intentó hacer en la parte exterior de una curva, y que casi termina en un pequeño accidente. Para muchos, el donut fallido es la confirmación del adiós definitivo a la filosofía clásica y purista del 911, en favor de tecnologías que maximizan las prestaciones -caja de cambios automática, set-up orientado a registrar los mejores tiempos- a costa de perder diversión. Porque algo que era un juego de niños para aquel 911 GT2 de los noventa, para el GT2 RS actual es una tarea mucho más ardua.
