Cazado en el circuito de Monza, este prototipo de pruebas de Ferrari toma como punto de partida el FXX K y lo lleva a un nuevo escenario, tratando de esconder bajo un camuflaje importante mejoras en la aerodinámica y también en la mecánica que hacen presuponer que el techo del LaFerrari aún no ha sido alcanzado, y que de facto, puede que termine dejando el listón muy alto.
Tenemos que remontarnos al pasado año 2015 para recordar el inicio- y fin- de la producción del Ferrari FXX K, la variante radical y solo de uso en circuito derivada del LaFerrari, y que técnicamente se posicionó de manera automática como el sucesor directo del FXX anterior basado en el Enzo. Con una producción de apenas 40 unidades, todas quedaron vendidas al momento y las especificaciones técnicas que arrojó en su momento fueron bestiales: 1.306 caballos de potencia, KERS, y un peso de apenas 1.495 kilos. Sin embargo, con la llegada del Ferrari FXX K Evo -o Evoluzione a secas-, parece que este benchmark quedará superado.
Aunque no hay información oficial al respecto, que una de las cuarenta unidades producidas del FXX K sea utilizada para estos propósitos deja entrever la importancia de este proyecto. Cabe también la posibilidad de que no estemos ante una de las unidades que se fabricaron, y que directamente sea una mula de pruebas fabricada con este fin. En ambos casos, la exclusividad es motivo suficiente para pensar que en Ferrari quieren llevar su superdeportivo a un nuevo nivel. Para que nos hagamos una idea, el anterior FXX Evoluzione, sobre la base del Enzo, tocó techo en 850 cv. El nuevo FXX K Evo, con una renovación del bloque motor atmosférico de doce cilindros, podría superar los 1.100 cv con facilidad.