Con el objetivo de poder homologar el Mercedes CLK GT1 de competición, Mercedes lanzó al mercado 25 unidades (y una unidad adicional en posesión de la firma) del que conocemos como CLK GTR, todos ellos con volante a la izquierda a excepción del que se fabricó en exclusiva para el Sultán Hassanai Bolkiah de Brunéi. Mismo ADN que la variante de competición, pero en este caso, con algo menos de potencia: 550 CV.
La última unidad del CLK GTR Roadster -la única de color negro, además-, que salió a la venta, alcanzó un precio de 1.724.000 euros y tenía 8 kilómetros en su odómetro. Y aún con esos precios tan elevados que tiene, uno de los seis afortunados propietarios -el correspondiente a la unidad número 3- ha sacado de paseo su unidad (lo cual, es ya todo un hito), y no contento con ello, lo ha sacado a pasear por un paraje que ciertamente es más adecuado para un coche de rally que para un vehículo como éste: parajes rodeados de árboles, carretera en la que únicamente cabe un coche y árboles y naturaleza alrededor.
Sube los altavoces y disfruta del sonido embriagador que emite su motor V12 de 6.9 litros. Con esta exclusividad, como te puedes imaginar, ser ya el afortunado copiloto que graba mientras conduce es todo un logro…