Porsche está muy cerca de presentar la nueva generación del 911. El sustituto del ya agotado 991 se antoja ambicioso y no es la primera vez que vemos y leemos acerca de un proyecto que será más revolucionario de lo que en un primer momento pensábamos. Más allá de las importantes novedades que se han visto en la actual generación -tales como la incorporación de motores turbo en la gama de acceso-, el nuevo 911 traerá consigo mayores avances. Esto se verá, obviamente, reflejado en versiones como el nuevo Porsche 911 GT3. Sin embargo…
…no será en el sentido que pensábamos, o al menos, no de momento. Estamos ante uno de los primeros prototipos de prueba del próximo 911 GT3 que se ha dejado ver en el circuito viejo de Nürburgring, y los cambios son ya evidentes: el diseño no presenta cambios radicales, pero sí esconden en buena parte el kit aerodinámico que sí será diferente. Bajo el alerón trasero fijo, se alojará una versión renovada y mejorada del actual bóxer de 6 cilindros que continuará atmosférico -¡importante!-, y que además, incorporará cambios para ofrecer una potencia máxima fijada en aproximadamente, 525 caballos. Parece un aumento escaso, pero continúa la tradición de Porsche y del 911 GT3 de ir «a escalada» y yendo más allá, de ofrecer unas sensaciones dignas de auténtico deportivo purista. No habrá turboalimentación en el 911 GT3.
Otra historia es, obviamente, lo que ocurra con el 911 GT3 RS. Este último sí podría recibir el añadido de uno o dos turbocompresores que permitirían al alemán rodar por encima de 600 caballos y de esta manera, dejar volar libre al GT2 y GT2 RS puesto que podrían posicionarse como un paso intermedio entre el primero, y el futuro sustituto del 918 Spyder. De esta manera, Porsche haría doble bien: mantendría contentos a los puristas, y ofrecería un toque evolutivo y para muchos necesario por otra parte.
