Como ya te hemos hablado aquí más de una vez, en Japón es muy típico el sacar coches del desguace en un estado bastante lamentable, ponerles un motor y acabar de darles matariele en el circuito. Son los llamados ‘coches zombie’. Y más concretamente, en el circuito de Ebisu, es donde más popular se hace esta práctica.
Pero ellos lo llevan más allá: dado el estado de la carrocería de los coches, no suelen tener miramientos a la hora de hacer drifting milímetrico. Entiéndase por drifting milimétrico el colocar unas botellas de plástico en el muro y quitarlas con la zaga del coche mientras va derrapando, sin intentar golpear el coche. En otras ocasiones, no hay ni botellas, y se trata simplemente de acariciar el muro.
En cualquier caso, con la práctica de esta modalidad, es evidente que muchas veces los intentos son fallidos y acaban en golpes estrepitosos contra el muro, como el Nissan Silvia S14 (Zenki) del vídeo que hoy te mostramos. Eso sí, ellos son gente de recursos y con soluciones para todo. Cuando algo así ocurre -que suele ser normalmente en la zaga lateral-, normalmente, enganchan la parte golpeada con una cuerda y tiran con otro coche acelerando a fondo desde parado, para así intentar enderezarlo algo. ¡Estos japos están locos de remate!