El nuevo Skoda Scala ha debutado esta semana como un proyecto de gran envergadura, mucho más de lo que inicialmente estaba previsto. Más allá de ser un sucesor del Spaceback, con el Scala, la marca europea pone -por fin- un compacto de acabados casi premium en el mercado europeo y lo hace con una larga lista de rivales con los que competir. Y ojo, porque el Skoda Scala es más de lo que esperábamos.
Skoda ha optado por unas dimensiones mayores, por encima de la media respecto a la gama de compactos que se pueden comprar en países como España. Cuenta con 4.36 metros de largo, casi diez centímetros más que otros como el Volkswagen Golf. El Scala destaca por contar con un maletero muy amplio -467 litros sin tumbar los asientos traseros y 1.410 si se tumban-, y un gran frontal que da buena cuenta de unas dimensiones que casi se acercan a las de un sedán del segmento D.
Pensando en competir con modelos como, entre otros, SEAT León, Ford Focus o Fiat Tipo, el Skoda Scala cuenta con una gama de motorizaciones compuesta por tres gasolina, uno diésel y otro de GNC (gas natural comprimido). En el primer apartado, están disponibles un 1.0 TSI de 95 o 115 caballos, y un 1.5 TSI de 150 cv. El motor diésel es un 1.6 litros TDI de 115 cv -que, por cierto, funciona con AdBlue- y el propulsor GNC, 1.0 G-TEC que desarrolla 90 cv.
Aportando un cúmulo de equipamiento de alta calidad y goodies muy interesantes como un techo panorámico de cristal opcional en todas las motorizaciones, el Skoda Scala llegará a España durante la próxima primavera y antes de verano ya estará rodando por las calles de España.