El Audi R6 es un proyecto el cual llevamos rondando desde hace más de cinco años. Básicamente, desde el mismo tiempo en el que el R8 de primera generación aterrizó en el mercado poco antes de que entrase en el calendario la presente década. Porque de una manera u otra, el R6 es un proyecto que llegará irremediablemente al mercado puesto que la nueva generación del R8 así lo precisa. El tremendo salto cualitativo respecto al modelo anterior, y la conveniencia del R6 frente a un R8 «de acceso», son ingredientes suficientes para que el escalón intermedio entre el TT RS Plus y el R8, sea cuestión de tiempo.
Si bien es cierto que durante el 2015 se habló largo y tendido de un sucesor espiritual del Quattro y de un dos puertas con motor delantero y configuración old style, es mucho más viable y seguro que el Audi R6 sea el que finalmente domine el asfalto. La idea de un coupé deportivo de motor central-trasero, mucho más asequible que el R8, y posicionado en cierto sentido como una alternativa al Porsche 718 Cayman, es brillante. Y si tenemos presente que la mitad del trabajo ya está hecho, es aún más interesante.
Basado en los nuevos 718 Spyder y 718 Cayman
Tanto el 718 Spyder como el 718 Cayman de Porsche son sucesores con mayúsculas de los modelos que sustituyen, y que se impongan con modelos de cuatro cilindros no quiere decir que sean menos rápidos y potentes, todo lo contrario. El chasis del que parten estos dos modelos de Stuttgart será la base para el Audi R6, y es muy probable que Audi dote al R6 de un motor 4 cilindros de origen Audi-Volkswagen, o incluso vaya más allá e instale directamente un motor V6 TFSI que supere los 400 caballos. Todo dependerá de la competencia frente al TT RS Plus.
Ilustraciones: Theophilus Chin