Es muy posible que en alguna ocasión, bien sea en foto o en algún salón, hayas visto algún modelo de coche que para mostrarnos su tecnología o cómo son sus entrañas de un vistazo, aparezca cortado por la mitad o la mitad del mismo sea transparente, por lo que más allá de lo impactante que resulta, también es muy didáctico ver cómo se ha realizado el aprovechamiento del espacio. Mazda ha realizado en este caso algo parecido con una unidad del MX-5 enfocada a mostrar el contraste entre la versión de calle y la de carreras.
Para ello, la división norteamericana de la marca nipona ha encargado a Long Road Racing, la misma empresa que realiza las transformaciones de los MX-5 de calle al MX-5 Cup, esta curiosa transformación a la que han bautizado ‘Halfie’. Y más allá del contraste del color de su carrocería entre los dos ‘perfiles’ del mismo, lo más impactante nos lo encontramos en su habitáculo: en el lado del conductor, nos encontramos lo que sería la variante de carreras, provisto de una jaula antivuelco (para lo que se ha tenido que prescindir de su techo de lona en ese lado), supresión de plásticos y material aislante, volante desplazado, baquet de competición, arneses, entre otros detalles.
Pero en su exterior, si nos fijamos, encontramos como también cuenta con los frenos, slicks, llantas, además de vinilos de competición y otros tantos detalles. El contraste entre ambos mundos es brutal y se ha hecho mucho hincapié en los detalles, para muestra, un botón: fíjate como la pantalla del sistema multimedia ha sido cortada por la mitad en el perfil «racing».
Eso sí, tanto en pista como fuera de ella ha perdido tota su utilidad, pero… ¿qué importa? sólo por lo espectacular que resulta el contraste, para nosotros bien ha merecido el sacrificio de dicha unidad.