Pese a que el CES de las Vegas es una feria puramente tecnológica dedicada a la innovación, los coches ganan cada vez más adeptos en ella, puesto que estamos asistiendo a grandes revoluciones estos últimos años tanto en lo que confiere a la interacción con el usuario, como al uso de nuevas energías alternativas.
Volkswagen ha presentado en el CES 2015 la BUDD-e, una furgoneta eléctrica que es un guiño a la VW Combi -legendaria furgoneta hippie, que a día de hoy es un valor al alza en el mercado de segunda mano-, pero adaptada al futuro más próximo. Y el contexto en el que aterriza el concepto no puede ser el más indicado, con las heridas de Volkswagen aún comenzando su cicatrización y su intención de enfocarse hacia la movilidad sostenible de una forma mucho más contundente de la que tenían prevista como parte del lavado de cara de su iamgen.
El prototipo BUDD-e está dotado de una batería de 101 kW que alimenta a un par de motores eléctricos (uno para cada eje) y que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 150 km/h. Ahora bien, por encima de esto hay dos aspectos tremendamente interesantes sobre el papel: el primero de ellos, su autonomía de hasta 600 km, y el segundo de ellos, es que es capaz de alcanzar el 80% de su capacidad en tan sólo un cuarto de hora. Se atreven, incluso, a ponerle fecha a dicha batería para su llegada a producción: año 2020.
Su construcción se aposenta sobre una plataforma de nueva creación especialmente pensada para vehículos eléctricos denominada MEB, de la que suponemos, servirá como base para la creación de vehículos que empleen baterías, pero teniendo también en cuenta la instalación de dispositivos enfocados a la ayuda en la conducción y otros sistemas de información que nutran a su vez a otros dispositivos.
El habitáculo también tiene mucho que decir, con un sistema de información formado por una pantalla panorámica dividida en tres zonas ubicadas de forma envolvente y que muestran tanto información relativa a la conducción, como al sistema de infoentretenimiento y control del vehículo, pudiendo controlarse tanto por controles táctiles además de por gestos (permitiendo, por ejemplo, abrir las puertas a los ocupantes).