Los coches modernos cuentan cada vez con una carga tecnológica mayor. Esa carga tecnológica está comandada por software y a su vez, es cada vez más capaz de interactuar con más sistemas. Y esto hace que ya sea en el propio proceso de producción o en el propio vehículo, cualquier fallo en el software -por pequeño que sea- pueda llegar a tener fatales consecuencias.
Hoy el protagonista es el Volkswagen Golf Mk8, un modelo que ha sufrido una fuerte digitalización en esta nueva generación con botones táctiles para controlar el sistema de luces interiores, así como para la instrumentación digital y el sistema de infoentretenimiento y que ahora ha tenido que paralizar sus entregas debido a un problema en el software que activa las llamadas de emergencia. Esta característica que se encarga de contactar con las emergencias de forma automática para enviar la ubicación, marca y modelo del vehículo e ubicación en caso accidente es obligatoria en la Unión Europea desde el 31 de Marzo del año 2018 para los vehículos nuevos.
Volkswagen ha identificado un problema con este sistema implantado en el Golf durante una investigación interna, en el cual los vehículos podrían enviar información imprecisa a la unidad de control de eCall. Se espera que una actualización de software mediante OTA (Over the air) solvente el problema, pero no llegaría hasta como mínimo el 15 de Junio. Por otra parte, tampoco se sabe a ciencia cierta cuántos vehículos estarían afectados todavía por el problema.
Por lo que mientras tanto todos los Golf que están pendientes de ser entregados se quedarán de momento almacenados hasta que la actualización de software salga a fin de que se pueda aplicar y parchear el problema existente.