El Salón de Whörtersee abre sus puertas en Austria y lo hace con una gran presencia de Volkswagen. Tal y como hemos visto en años anteriores, la marca alemana saca todo el jugo al Golf y además del GTI Clubsport de producción con 265 caballos, presenta el Golf GTE Sport, el prototipo más radical y estilizado que jamás hemos visto del hatchback alemán.
Volkswagen presenta el Golf GTE Sport como un prototipo híbrido de altas prestaciones que cuenta con un diseño innovador y con un cambio de estrategia brutal en lo que respecta al Golf de séptima generación. No voy a decir que este prototipo tiene todo lo que no tuvo el Scirocco para contar con un mayor éxito en el mercado, pero sí es plausible que los cambios exteriores, de diseño y aerodinámicos, son brutales. Pero no hay que confundirse, porque más allá de un kit aerodinámico desarrollado utilizando fibra de carbono en buena parte, lo mejor del Golf GTE Sport está bajo el exterior.
Híbrido y con la misma potencia que el Golf R400
Volkswagen no ha desarrollado el GTE Sport pensando en comercializarlo, o al menos no es así por el momento. Para desarrollar los 400 caballos de potencia que desarrolla el coupé, Volkswagen ha combinado un potente motor de 1.6 litros y 4 cilindros derivado del Polo WRC, y preparado y optimizado para desarrollar 299 caballos y 400 nm de par. A este motor se unen dos propulsores eléctricos que se sitúan en el eje delantero y el eje trasero, combinándose con el motor de combustión interna hasta generar 400 caballos netos. Cada motor eléctrico desarrolla 115 cv.
El resultado de este sistema de propulsión híbrido es directo: 0 a 100 kilómetros por hora en 4.3 segundos, velocidad máxima de 280 kilómetors por hora… son cifras que son habituales en deportivos de esta potencia, pero lo que no resulta tan habitual es que el consumo neto sea de tan sólo 2 litros por cada 100 kilómetros recorridos. La media que Volkswagen ha conseguido con los 400 caballos del Golf GTE Sport, puede que sea más importante de lo que ahora mismo representa. Volkswagen confirma que el Golf GTE Sport puede circular utilizando únicamente los dos motores eléctricos, que en combinación con las baterías de litio-ión aseguran una autonomía en torno a los 50 kilómetros.
¿Repecurtirá en el futuro del Golf?
El Volkswagen Golf GTE Sport es un proyecto con el que la marca alemana buscaba sorprender en Wörthersee y desde luego, lo ha conseguido. Porque estamos ante un proyecto que a pesar de contar con un diseño exterior y una aerodinámica radical y que dista bastante del aspecto de un coche que se comercializa, el sistema híbrido es definitivo y podría funcionar en un futuro en modelos como el Golf R que veremos en la próxima generación del hatchback, el Golf VIII. Si ya hay rumores que ponen sobre la mesa una posible hibridación en el futuro de modelos como el Audi RS3 Sportback, ¿quién dice que no en el Golf?
Lo que puede que no veamos tan rápido son elementos con el interior, llamativo y desde luego, con un diseño muy personal y desarrollado eso sí, utilizando alcántara y también fibra de carbono para elementos estructurales como la consola central.